Introducción
Un injerto óseo trasplanta tejidos de los huesos. Los cirujanos utilizan injertos óseos para reparar y regenerar huesos enfermos en las caderas, las rodillas, la columna y, a veces, otros huesos y articulaciones. Los injertos también pueden reparar una pérdida ósea causada por algunos tipos de fracturas (huesos rotos) o cáncer. Una vez que el cuerpo acepta el injerto óseo, ofrece un marco para el crecimiento del hueso vivo nuevo.
Si el hueso trasplantado proviene de otra persona se llama aloinjerto. La mayoría de los huesos para aloinjertos proviene de donantes que han fallecido. Los bancos de tejidos examinan a los donantes, desinfectan el hueso donado y lo someten a pruebas para asegurarse de que su uso sea seguro. Si el hueso trasplantado proviene de otra parte de su propio cuerpo, se denomina autoinjerto. El hueso para autoinjerto suele provenir de las costillas, las caderas o una pierna.
Más información
- Artrodesis vertebral (Enciclopedia Médica) También en inglés
- Fusión espinal (Enciclopedia Médica) También en inglés
- Injerto de hueso de la columna vertebral (Enciclopedia Médica) También en inglés
- Injerto óseo (Enciclopedia Médica) También en inglés