Es una infección prolongada (crónica) de la piel que es causada por un hongo llamado Sporothrix schenckii.
Causas
El hongo Sporothrix schenckii se encuentra en plantas. La infección ocurre comúnmente cuando la piel se rompe al manipular materiales vegetales como rosales, zarzas o tierra que contiene mucho abono.
La esporotricosis puede ser una enfermedad ocupacional para personas que trabajan con plantas como granjeros, horticultores, cultivadores de rosas y trabajadores de viveros. La esporotricosis generalizada (diseminada) se puede desarrollar en personas con sistemas inmunitarios debilitados cuando inhalan polvo lleno de esporas del hongo.
Síntomas
Los síntomas comprenden una protuberancia pequeña, rojiza e indolora que aparece en el sitio de la infección. A medida que pasa el tiempo, esta protuberancia se convierte en una úlcera (llaga). La protuberancia puede desarrollarse hasta 3 meses después de la lesión.
La mayoría de las llagas se presentan en las manos y antebrazos porque estas zonas se lesionan comúnmente al manipular plantas.
El hongo sigue los canales del sistema linfático del cuerpo. Las pequeñas úlceras aparecen como líneas en la piel a medida que la infección sube por un brazo o una pierna. Estas llagas no sanan, a menos que reciban tratamiento, y pueden durar años. Las llagas algunas veces pueden drenar pequeñas cantidades de pus.
La esporotricosis generalizada (sistémica) puede causar problemas respiratorios y pulmonares, infección de hueso, artritis e infección del sistema nervioso.
Pruebas y exámenes
Su proveedor de atención médica lo examinará y le preguntará acerca de sus síntomas. El examen revelará las llagas típicas causadas por el hongo. Algunas veces, se toma una pequeña muestra del tejido afectado, se examina bajo un microscopio y se analiza en un laboratorio para identificar el hongo.
Tratamiento
La infección cutánea se trata a menudo con un medicamento antimicótico, llamado itraconazol. Este medicamento se toma por vía oral y se continúa por 2 a 4 semanas después de que las llagas en la piel hayan desaparecido. Es posible que se tenga que tomar el medicamento por 3 a 6 meses. Se puede usar un medicamento llamado terbinafina en lugar del itraconazol.
Las infecciones que se hayan diseminado o que afecten todo el cuerpo a menudo se tratan con anfotericina B o, algunas veces, itraconazol. La terapia para la enfermedad sistémica puede durar hasta 12 meses.
Expectativas (pronóstico)
Con tratamiento, es probable una recuperación total. La esporotricosis diseminada es más difícil de tratar y requiere varios meses de terapia. Esta enfermedad puede ser potencialmente mortal para personas con un sistema inmunitario debilitado.
Posibles complicaciones
Las personas con un sistema inmunitario saludable pueden tener:
- Molestia
- Infecciones secundarias en la piel (como estafilococos o estreptococos)
Las personas con un sistema inmunitario debilitado pueden desarrollar:
- Artritis
- Infección ósea (huesos)
- Complicaciones de los medicamentos (la anfotericina B puede tener efectos secundarios serios, incluyendo daño renal y cambios en la química sanguínea)
- Problemas respiratorios y pulmonares (como neumonía)
- Infección cerebral (meningitis)
- Enfermedad generalizada (diseminada)
Cuándo contactar a un profesional médico
Comuníquese con su proveedor si presenta protuberancias en la piel o úlceras cutáneas que no desaparecen. Dígale a su proveedor si usted sabe que ha estado expuesto a las plantas de jardinería.
Prevención
Las personas con un sistema inmunitario debilitado deben tratar de reducir el riesgo de lesión cutánea. El uso de guantes gruesos mientras se trabaja en jardinería puede ayudar.
Referencias
Rex JH, Okhuysen PC. Sporothrix schenckii. In: Bennett JE, Dolin R, Blaser MJ, eds. Mandell, Douglas, and Bennett's Principles and Practice of Infectious Diseases. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 259.
Thompson GR, Miceli MH. Endemic mycoses. In: Goldman L, Cooney KA, eds. Goldman-Cecil Medicine. 27th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2024:chap 308.
Ultima revisión 3/16/2024
Versión en inglés revisada por: Jatin M. Vyas, MD, PhD, Associate Professor in Medicine, Harvard Medical School; Associate in Medicine, Division of Infectious Disease, Department of Medicine, Massachusetts General Hospital, Boston, MA. Also reviewed by David C. Dugdale, MD, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.