Eritromicina y sulfisoxazol

La combinación de eritromicina y sulfisoxazol (una sulfamida) se utiliza para tratar determinadas infecciones de oído causadas por bacterias. Generalmente se usa en niños.

A veces se receta este medicamento para otros usos; pídale más información a su médico o a su farmacéutico.

La presentación de eritromicina y sulfisoxazol es en líquido para tomar por vía oral. Por lo general, se toma cada 6 horas (cuatro veces al día) durante 10 días. Siga atentamente las instrucciones que se encuentran en la etiqueta de su medicamento, y pida a su médico o farmacéutico que le explique cualquier parte que no comprenda. Tome eritromicina y sulfisoxazol exactamente como se lo indicaron. No tome una cantidad mayor ni menor del medicamento ni lo tome con más frecuencia de lo que indica la receta de su médico.

Agite bien el líquido antes de cada uso para mezclar el medicamento de forma uniforme.

Beba un vaso completo de agua después de cada dosis.

Siga tomando eritromicina y sulfisoxazol incluso si se sienta bien, y no suspenda su uso sin consultarlo antes con su médico.

Antes de tomar eritromicina y sulfisoxazol,

• informe a su médico o farmacéutico si es alérgico a la eritromicina y el sulfisoxazol, la azitromicina (Zithromax), la claritromicina (Biaxin), la diritromicina (Dynabac), los medicamentos para la diabetes, los diuréticos o a cualquier otro medicamento.
• algunos medicamentos no deben tomarse con eritromicina y sulfisoxazol. Otros medicamentos pueden causar cambios en la dosis o requerir supervisión adicional cuando se toman con eritromicina y sulfisoxazol. Asegúrese de haberle informado a su médico y farmacéutico qué medicamentos está tomando o piensa tomar antes de empezar su tratamiento con eritromicina y sulfisoxazol. Consulte con su médico o farmacéutico antes de comenzar, suspender o cambiar cualquier medicamento mientras esté tomando eritromicina y sulfisoxazol.
• informe a su médico si tiene o ha tenido alguna enfermedad del riñón o del hígado, alergias, anemia, asma, deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G-6-PD), coloración amarillenta de la piel o los ojos, colitis o problemas estomacales.
• informe a su médico si está embarazada, planea quedar embarazada o está amamantando. Llame a su médico si queda embarazada mientras toma eritromicina y sulfisoxazol.
• si se someterá a una cirugía, incluida una cirugía dental, informe a su médico o dentista que está tomando eritromicina y sulfisoxazol.

No tome este medicamento con, o justo después de beber jugos de frutas, bebidas carbonatadas o té. Puede tomarse con o entre las comidas.

Tome la dosis que omitió tan pronto como lo recuerde. Sin embargo, si ya casi es hora de la dosis siguiente, omita la que olvidó y continúe con su horario de medicación habitual. No tome una dosis doble para compensar la que omitió.

La Eritromicina y sulfisoxazol puede provocar efectos secundarios. Informe a su médico si cualquiera de estos síntomas es grave o no desaparece:

• molestias estomacales
• diarrea
• vómitos
• espasmos estomacales
• erupción cutánea leve

Si experimenta alguno de los síntomas siguientes, llame a su médico inmediatamente:

• erupción cutánea grave
• picazón
• urticaria
• dificultad para respirar o tragar
• sibilancias
• dolor de estómago
• coloración amarillenta en la piel y los ojos
• orina oscura
• heces pálidas
• cansancio inusual
• dolor de garganta
• fiebre
• dolor en las articulaciones
• sangre en la orina
• sangrado o moretones inusuales
• heces oscuras, alquitranadas

Si desarrolla un efecto secundario grave, usted o su doctor puede enviar un informe al programa de divulgación de efectos adversos 'MedWatch' de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) en la página de Internet (http://www.fda.gov/Safety/MedWatch) o por teléfono al 1-800-332-1088.

Mantenga este medicamento en su empaque original, bien cerrado y fuera del alcance de los niños. Manténgalo en el refrigerador y deseche cualquier medicamento que no haya utilizado transcurridos 14 días. No la congele.

Los medicamentos que ya no son necesarios se deben desechar de una manera apropiada para asegurarse de que las mascotas, los niños y otras personas no puedan consumirlos. Sin embargo, no debe desechar estos medicamentos por el inodoro. En su lugar, la mejor manera de deshacerse de sus medicamentos es a través de un programa de devolución de medicamentos. Hable con su farmacéutico o póngase en contacto con su departamento de basura/reciclaje local para conocer acerca de los programas de devolución de medicamentos de su comunidad. Consulte el sitio web de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), (https://goo.gl/xRXbPn) para obtener más información de cómo desechar de forma segura los medicamentos, si no tiene acceso al programa de devolución de medicamentos.

Es importante que mantenga todos los medicamentos fuera de la vista y el alcance de los niños, debido a que muchos envases (tales como los pastilleros de uso semanal, y aquellos que contienen gotas oftálmicas, cremas, parches e inhaladores) no son a prueba de niños pequeños, quienes pueden abrirlos fácilmente. Con el fin de protegerlos de una intoxicación, siempre use tapaderas de seguridad e inmediatamente coloque los medicamentos en un lugar seguro, uno que se encuentre arriba y lejos de su vista y alcance. http://www.upandaway.org/es/

En caso de sobredosis, llame a la línea de ayuda de control de envenenamiento al 1-800-222-1222. La información también está disponible en línea en https://www.poisonhelp.org/help. Si la víctima se ha derrumbado, ha tenido una convulsión, tiene dificultad para respirar, o no puede despertarse, llame inmediamente a los servicios de emergencia al 911.

Asista a todas las citas con su médico y a las de laboratorio. Su médico ordenará algunas pruebas de laboratorio para comprobar su respuesta a la eritromicina y sulfisoxazol.

No deje que nadie más tome su medicamento. Es probable que no pueda volver a surtir su receta médica. Llame a su médico si aún tiene síntomas de infección después de terminar de tomar eritromicina y sulfisoxazol.

Es importante que Ud. mantenga una lista escrita de todas las medicinas que Ud. está tomando, incluyendo las que recibió con receta médica y las que Ud. compró sin receta, incluyendo vitaminas y suplementos de dieta. Ud. debe tener la lista cada vez que visita su médico o cuando es admitido a un hospital. También es una información importante en casos de emergencia.

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